Esta es la pregunta que se hacen miles de personas en nuestro País cuando son diagnosticadas de Fibromialgia o Síndrome de Fatiga Crónica. Y es que a día de hoy, 12 de Mayo, Día Internacional de esta enfermedad, la Fibromialgia sigue siendo una enfermedad rara, para la que no existe tratamiento especifico.
Los síntomas de la fibromialgia pueden ser tantos y tan variados, que cuando se diagnostica, la mayoría de las veces está en fase avanzada y tanto el médico como el afectado, no saben cómo atajarla después de recorrer un largo camino por diferentes especialistas y ser sometidos a múltiples pruebas.
Los síntomas más significativos son cansancio y dolores generalizados por todo el cuerpo, insomnio, depresión, irritabilidad, entumecimiento del cuello y las articulaciones, principalmente en manos y pies, alteraciones intestinales, cefaleas, malestar profundo después de realizar alguna actividad, anemia, hipotiroidismo, dificultades en la concentración y la memoria…. Y un sinfín de síntomas que cuando llevan a la persona que los padece a la consulta de su médico o especialista, en muchas ocasiones es diagnosticado de “no padecer nada”, y derivados a la consulta del Psiquiatra para tratar su depresión.
Actualmente, los estudios y analíticas clínicas tradicionales, no son suficientes para realizar un diagnostico certero y el diagnostico se realiza por exclusión, es decir, se llega al mismo cuando se han descartado otros procesos.
Es cierto que la ansiedad y la depresión o alteraciones en el estado de ánimo están presentes, pero son síntomas asociados al agotamiento y el cansancio diario que presentan estas personas para poder realizar una actividad diaria normal.
Cada paciente tiene una forma de presentación individualizada de su enfermedad, cada uno tiene su "fibromialgia" o su "fatiga crónica" y la medicina actual sigue sin encontrar una causa.
La Fibromialgia tiene mayor incidencia en mujeres que en hombres y en edades comprendidas entre los 20 a los 50 años.
Actualmente, esta enfermedad ni tiene cura, ni tratamiento especifico. Este se limita a calmar los dolores y aliviar otros síntomas con relajantes musculares y analgésicos, mejorar el sueño y tratar los problemas de ansiedad y depresión.
El tratamiento suele acompañarse con terapias conductistas, fisioterapia, masajes suaves y técnicas de relajación que en la mayoría de los casos, son pagadas por el propio paciente o realizadas por las Asociaciones de enfermos.
Se desconoce la causa de la fibromialgia, pero se cree que se debe a una función anormal del sistema nervioso central, originando una “amplificación” de las señales normales de dolor.
Esta amplificación actúa a modo de volumen, como si el control estuviese fijo en un punto muy alto en los nervios del cuerpo de una persona. De esta forma, los estímulos que no causarían dolor en la mayoría de las personas, provocan dolor en las que tienen fibromialgia. Por consiguiente, el Sistema Nervioso Central, se siente “incapacitado” para controlar el dolor.
También está asociada a una dificultad en los capilares sanguíneos que riegan la musculatura del cuerpo. Los músculos, al recibir menos aporte de oxigeno, son más sensibles y responden en mayor medida al dolor.
La Fibromialgia, a día de hoy, sigue siendo una gran incomprendida. No tiene pruebas específicas para su diagnostico, ni tratamiento y sigue sin ser reconocida como una enfermedad incapacitante.
Es tal la incomprensión y la indefensión a la que se tienen que enfrentar actualmente estos enfermos, que lejos de mejorar al ser tratados, muchos de ellos se hunden en un pozo del que no saben cómo salir.
Las Instituciones, debería de concienciar más a la población y al personal médico para que estos enfermos sean tratados como pacientes de una enfermedad crónica y dejen de ser considerados como obsesivos y muchas veces, como personas que están mal de la cabeza y se inventan unos síntomas para sentirse enfermos. Nada más lejos de la realidad. ¿A quién le gusta sentirse enfermo?
Padecer Fibromialgia, no es fácil. Sufrir el rechazo y la incomprensión, tanto en el ámbito personal como profesional, es muy duro.
No se inventan una enfermedad, padecen una enfermedad.
Hoy, 12 de Mayo, día Internacional de la Fibromialgia, se bebería pensar un poco más en estos pacientes para que puedan tener una mejor calidad de vida, unos tratamientos eficaces y dejen de pensar: Tengo Fibromialgia. ¿Y ahora qué?
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