Hace tres años le presentaba desde esta columna a nuestro común vecino Demetrio; famoso en el lugar por dar nombre a una flota de furgonetas y camiones que, cada vez que aparece por esta villa, ocupa aparcamientos, calles y plazas, con sus correspondientes cortes del tráfico rodado. Tras alguna que otra incursión puntual, Demetrio y los suyos han vuelto de nuevo, y al parecer se quedan para una temporada. Si en aquella ocasión -si mal no recuerdo- vino para recrearnos con “La Peste”, ahora –me apuntan espías cinematográficos- llega para deleitarnos con la “Chica Invisible”. Curiosidades de la vida, tanto la peste como la invisibilidad son conceptos que no se pueden ver, ni tocar; todo lo más oler, en el primer título-, mientras que en el segundo, nada de nada, todo corre por cuenta de la imaginación.
Demetrio conoce Carmona como la palma de la mano, mejor que el cartero del barrio, y sin llamar. No dos veces, ni una. Se cuela sin avisar y directo hasta el corral. Antes, la flota y su personal necesitaban de la Policía Local para maniobrar por el viario, limitar zonas y dirigir el tráfico. Ahora, dispone de propia policía que, corta, señala, dirige y se uniforma cual Cuerpo de Seguridad del Estado. Lo único que le falta es concesión para poner multas. Todo llegará, porque según dicen los políticos al uso, los rodajes en Carmona son publicidad permanente, un reclamo para turistas y una fuente de ingresos que beneficia a todos. Y un servidor afirma que naranjas de la China. Que una vez, pasa. Pero que, cada dos por tres, Demetrio le deje sin aparcamiento, le prohíba pasar por la Puerta de Sevilla, le mande al Parador cuando va a comprar a la Plaza de Abastos… la cosa tiene bemoles. Que cuando uno entra en lo que poquito que queda de ese mercado tiene que sortear toda clase de artilugios -tienda de campaña incluida-, le mandan a guardar silencio, le impidan el paso al puesto de los pollos y, encima, le prohíban hacer fotos… los bemoles se salen del pentagrama, por no decir frase malsonante.
La Peste la soportamos como mejor pudimos durante las semanas en la que se extendió sin control. La Chica Invisible dicen que estará meses entre nosotros de aquí para allá. Como no la podemos ver, nunca sabremos si está tomando café en El Goya, si carga enseres en la furgoneta de Limancar, si va de mantilla en procesión, si estudia en El Maese o en El Arrabal… La única manera de saber por dónde anda la chica es seguir la pista a Demetrio. A éste, como dice mi compañero tertuliano: “Le cabe tó”. Y lleva toda la razón. Los otros días, en uno de los vehículos de Demetrio, que estaba abierto por detrás de par en par, observé como sacaban: una pancarta pidiendo más médicos, una máquina limpiadora de excrementos de perros y cera, un escenario multiusos, veintinueve mil ejemplares del panfleto municipal Carmona Actualidad, diez rollos de tela roja y gualda para confección de banderas, media docena de váteres portátiles de carácter festivo, cien placas solares homologadas y un arsenal de bengalas de humo.
Lo más rocambolesco de Demetrio y compañía, no está en el por saco que dan, sino en la capacidad que tiene de cambiar la realidad por una ficción tan desmesurada que hasta gran parte de Carmona ha perdido su identidad. Sí, como lo lee. La histórica tienda de Paco Vago se llama ahora Ultramarinos Juani; la Bodega José María ha pasado a denominarse Bar Casa Paco… Y así, cada enclave carmonense cambia su verdadero nombre por otro imaginario. Tan es así, que Demetrio ha contagiado al personal de tal manera que ya ve usted: el puerto de Matahaca es la ciudad de los niños; el Matadero, la ciudad de la Música; la Feria, Vive Park; el mes de noviembre, el Mes de la Tapa; la chirigota del Chagua, la Corporación... y el carmonense, extra. Silencio, se rueda. Guarden silencio por dios, que es tiempo de primavera y Carmona es Hollywood.
Tras un mes de concentraciones semanales en el Centro de Salud de Carmona, médicos y usuarios recorrerán mañana las calles de la ciudad para exigir solución ante el déficit de facultativos en la Atención Primaria, Pediatría y Urgencias. Ayer una caravana de vehículos anunció la movilización y convocó al vecindario.
La sala de exposiciones de los Bajos del Ayuntamiento recoge en estos días una muestra artesanal de pasos en miniatura realizados por Antonio Suárez "Ventura". Un total de treinta seis piezas dejan constancia de una afición de reminiscencia infantil con la que ofrece una visión suigéneris de la Semana Santa.
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