Acabo de llegar a casa de la concentración ante el ambulatorio de Carmona para apoyar a médicos y usuarios en defensa de la Sanidad Pública. Mi interés por la reivindicación se centra, sobre todo, en que mis nietos puedan disponer del servicio de Pediatría las veinticuatro horas, pues los que hemos pasado por llevar a nuestros hijos, de madrugada, al hoy denominado Centro de Salud, sabemos de lo que se trata: fiebres incontrolables, convulsiones inesperadas, llantos de dolor… sin que nadie responda a la demanda de un especialista. Y como único recurso: Vámonos para urgencias al Macarena y sea lo que Dios quiera. No reivindico geriatras, ni fisioterapeutas que alivien los achaques de los años. No. Pido que esta ciudad, la Carmona referente en casi todo, sea referente en la atención a los carmonenses más débiles, los que construirán el futuro de esta muy noble villa.
Acabo de llegar a casa y me llegan noticias de medios de comunicación en redes sociales de la propaganda del poder local y leo con desparpajo: “Comienza la segunda fase de la Ciudad de los Niños”. La noticia la secundan, con enhorabuena y aplausos, cuatro adláteres de gañote ancho, que todavía no saben lo que es ver sufrir a un hijo que se abraza a su madre en busca de alivio. Sí, el Gobierno Local, los de la mayoría absoluta -alcalde y compañía- están de enhorabuena, hacen fotos a la niveladora que abre camino en la Ciudad de los Niños. Las fotos de los que abren el camino para la salud de los niños carmonenses no aparecen, ni tampoco aparecen los gobernantes para arropar a los médicos que alivian las enfermedades infantiles. Ya sabemos de qué va la cosa. Algunos aún no se han enterado, pero ya les llegará la hora.
Si un alcalde y su equipo de gobierno no son capaces de estar al pie del cañón junto a sus vecinos a la hora de la verdad, a la hora de reivindicar una sanidad pública de calidad, sin siglas -porque la salud no entiende de colores políticos-, es que la cobardía se ha instalado en el poder local. Quizás este gobierno de mayoría absoluta espera que la Cuaresma le sea propicia para encontrar el perdón del Galileo, aquel maestro que siempre tuvo a los niños como prioridad suprema. Y, tras dos mil años, la prioridad de hoy no está en dos toboganes y tres columpios en Matahaca, la prioridad está a doscientos metros de ese lugar, en el Centro de Salud de Carmona. Ahí, los profesionales a los que se aplaudía todas las tardes desde los balcones cuando la pandemia hacia estragos, están hoy con tal precariedad de recursos que no pueden ejercer la profesión con las garantías que merece tan encomiable labor.
La falacia de que el Ayuntamiento no tiene competencias en materia sanitaria sólo es argumento de cobardes para no herir al compadre político que mantiene la buchaca. Un alcalde y su gobierno no puede reparar en competencias cuando su pueblo pide a gritos un mínimo de dignidad sanitaria. Desde hace siglos, la respuesta municipal de Carmona ante demandas perentorias, siempre fue de gobernantes valientes el hacer frente a las hambrunas, las calamidades y adversidades de todo orden. No hacen falta referencias explícitas. Y el que quiera aclaraciones, el Archivo y la Hemeroteca Municipal están a la disposición de todo aquel que quiera disipar dudas. Por los ventanales del histórico edificio que alberga ambos servicios culturales llega la música de capilla que acompaña un vía crucis cofrade. Al otro lado de Carmona, allá por los campos del Real, otro vía crucis se vive a diario en las consultas y urgencias del Centro de Salud de Carmona. La Ciudad de los Niños espera a sus pediatras.
No entender que querer decir en lo referido al Sr Portillo.
Entonces ¿Según el PVC todo es culpa del señor "Coaching Portillo" Delegado de parques y jardines de "Porespan" que "disfrutan" las criaturitas carmonenses?
Hombre Don Francisco, mira que poner a un nene jugando con una muñeca vestida de enfermera ¡¡¡ Los niños siempre terminábamos diciéndole a las niñas que lo suyo era "jugar a los médicos"... Como usted bien dice, miren los archivos, en Carmona llegaron a haber hasta 15 hospitales. Lo que hoy es la residencia de San Pedro fue el último de ellos. Para nosotros que somos unos comunistas malos, la nuda propiedad de los nenes es de los padres pero el usufructo de ellos es del Estado, que para eso nos gastaríamos en ellos un pastón en sanidad y escuelas. Vemos que los que no son " de rabo y cuernos" por eso de no se qué de libertades, simplemente no los cuidan, se gastan el dinero en fruslerías.
Tras un mes de concentraciones semanales en el Centro de Salud de Carmona, médicos y usuarios recorrerán mañana las calles de la ciudad para exigir solución ante el déficit de facultativos en la Atención Primaria, Pediatría y Urgencias. Ayer una caravana de vehículos anunció la movilización y convocó al vecindario.
La sala de exposiciones de los Bajos del Ayuntamiento recoge en estos días una muestra artesanal de pasos en miniatura realizados por Antonio Suárez "Ventura". Un total de treinta seis piezas dejan constancia de una afición de reminiscencia infantil con la que ofrece una visión suigéneris de la Semana Santa.
Escribe tu comentario